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Pensar diferente: El gran desafío de la actualidad

Mariana Diaz

Mariana Diaz

Arquitecta, madre, emprendedora. Con ganas de contribuir a nuestra ciudad.

Cómo hablar con otros que piensan distinto es una de las charlas que pude ver en TEDx, el título logró captar mi atención, ya que es tema candente en nuestra sociedad, y me hace reflexionar sobre si ya no podemos hablar de nuestras diferencias o peor aún con quien piensa diferente. 

Desde hace unos años vengo trabajando en la vida pública de mi ciudad, motivo por el cual creo que construir consensos y escucharnos es fundamental para crecer y progresar. 

Involucrarme y estar más atenta a lo que pasa, me permitió detectar situaciones que no compartía, modos de resolución que no me parecían acordes, decisiones con las que no estaba de acuerdo y muchas otras con las que sí. Pero tal vez más me movilizó fue ver y escuchar que no podía decirlo, que la gente no quería oír a políticos, debatir y, discernir sobre problemáticas de la comunidad; algo que al menos debería preocuparnos para un sistema democrático como el nuestro, ¿no? 

Claro que entiendo que si no lo decimos no hay conflicto, no hay opciones, no hay oposición y muchas veces, los que disienten prefieren no exponerse a eso. 

Hablar de nuestras diferencias, es atreverse a la renovación para lograr la innovación y mejoras necesarias para desarrollarnos de manera plena en comunidad. 

Empezar a hacernos preguntas

Me animo a disentir, a pensar diferente y hablar de eso, como es el caso de lo que leí el 13 de julio de este año en un portal de noticias. En él se mencionaba que el municipio cerró su balance del 2021 con un excedente de $246.000.000, inmediatamente como cualquier argentino en este contexto pensé: ¿A quién se le ocurre con una inflación gigante, ahorrar dinero en pesos? Pero también me surgieron otros interrogantes.

¿Si había semejante cantidad de dinero, por qué el intendente aceptó un crédito en dólares para hacer 70 cuadras de pavimento?, ¿Por qué se bajó la calidad de una terminal de ómnibus modelo por un simple parador? ¿Cuál fue la razón por la que no sé incentivo y ayudó a los comercios en la situación de pandemia? ¿Por qué los comerciantes después de dos años de pandemia tienen que costear la obra de remodelación del área central?

Estas apenas son algunas de las muchas preguntas que tengo y de las cuales espero encontrar una respuesta, generar un debate, evaluar si las decisiones asumidas por nuestros gobernantes fueron las correctas y si no es así poder decirlo. 

Creo que un estado gestor, administrativo, eficiente, pero no en un estado financiero que le interesa más ahorrar dinero que mejorar la calidad de vida a la gente.

Los ciudadanos no pagamos nuestros impuestos para que la administración pública ahorre nuestro dinero, pagamos para que sea devuelto en obras, atención, servicios de manera equilibrada a la población.

Una oportunidad al alcance de todos

Hablemos de estas cosas, podemos pensar diferente y plantear la discusión con fundamentos, podemos escucharnos. Hablemos de lo que queremos, digamos lo que sentimos sin miedo a creer que el que no piense como nosotros nos puede atacar y desacreditar. Seamos capaces de generar ese impulso, aunque nos obligue dejar a un lado comodidades y complacencias. El resultado siempre valdrá la pena.

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