En los últimos días, dentro de las redes sociales, videos y medios de comunicación, se vio a nuestros representantes políticos hablar de la historia de nuestra ciudad a partir de la llegada de los Jesuitas. Pero, ¿realmente es así?
Estos dichos lo único que hacen es repetir una historia eurocentrista, que hace mucho tiempo perdió validez, invisibilizando las comunidades originarias y afro que habitaron nuestra región. ¿Estos grupos humanos no habitaron estas tierras? ¿No merecen ser nombradas, teniendo en cuenta que la presencia indígena en las Sierras Pampeanas Australes, se remonta a más de 10.000 años antes del presente?
El poder de las palabras
La revalorización de la historia se construye desde un todo, integrando sus facetas, incluyendo otras voces y otras perspectivas. Y es a partir de estas que podemos contar, el cómo y el porqué hoy, Jesús María es lo que es. Desde ahí es donde la educación hace que el patrimonio cobre valor e importancia en nuestros relatos.
Las palabras son poderosas y es muy valioso que desde los lugares de representación ciudadana, ya sea un intendente o un concejal, las palabras sean correctas, porque son las que después los habitantes replicamos.
Nuestros activos arqueológicos
Jesús María tiene la suerte de poseer una colección arqueológica, recuperada por Jorge del Prato, que afirma y da evidencia material de qué previo a la llegada del español, estas tierras eran elegidas para vivir o transitar. Tenemos dentro de nuestra zona la Posta de Sinsacate que también tiene y presenta evidencia de qué pueblos habitaban estas áreas. Frente a la estancia Jesuítica se encuentra la ranchería, espacio que los esclavos africanos usaban como vivienda. ¿Hace falta más evidencia?

Además, desde la Red de Museos, dentro de las cuales la municipalidad de nuestra localidad es parte, buscan poner todo el tiempo en la agenda de discusiones el cuidado de nuestro patrimonio, de nuestra historia pasada y presente. Tengo el honor de haber ayudado y colaborado en varias oportunidades, de forma voluntaria, en charlas y conversaciones convocadas por integrantes de esta Red. ¿Por qué este trabajo comprometido no se reconoce o se visualiza en los spots publicitarios de la municipalidad?
Como ciudad tenemos una deuda pendiente con la revalorización del patrimonio, y si queremos que estos elementos tan valiosos perduren en nuestra sociedad. Hay que comunicarlos, hay que sumarlos a nuestros relatos y de esa forma los vecinos y la comunidad toda van a reconocerlos, aprender a cuidarlos y así valorarlos. Porque la historia de nuestro territorio, el patrimonio arqueológico, histórico, arquitectónico, cultural y lingüístico es de todos.
Espero que a partir de acá podamos reflexionar sobre nuestras palabras y crecer como sociedad. Por una sociedad inclusiva, donde todas las voces tengan un lugar y sean escuchadas.
Un comentario
En mis años cómo director de la estancia de Jesús María, me encargue de rescatar del olvido la colección de Jorge del Pratto que se perdía irremediablemente ante el olvido de sus coterraneos, personalmente hice inventarios y logré que la municipalidad a través del consejo deliberante, premiará el trabajo de del Pratto y gestione ante la secretaria de cultura de la nación poder tener en custodia los elementos que la componen, además con un grupo de amigos arqueólogos y estudiante de historia, hicimos prospecciones arqueológicas en los lugares que Jorge nos señalará en diferentes sitios en la orilla del Guanusacate.
Todo este rescate propendia a la formación de un museo de la cuidad, incluso la formación de un grupo de rescate como el Grupo Guanusacate, que en sus génesis era la formación del citados museo.
Siempre en mis charlas y alocusiones, sostuve el origen aborigen de Jesús María, hay cementerios localizados en urbanizaciones que orillan el río y desde el neolítico estuvo habitada sus costas, con casas pozo que atestiguan la población.